TESINA: “Las mujeres: se matriculan en la profesión Trabajo Social en mayor cantidad que los hombres”

miércoles, 23 de febrero de 2011

ANÁLISIS DE ENTREVISTAS

Como se dijo anteriormente, se efectuaron 5 (cinco) entrevistas a diferentes profesionales del Trabajo Social de sexo masculino; éstas se realizaron con el objetivo de indagar sobre su experiencia profesional, los motivos de su elección, entre otras cuestiones.
Dichas entrevistas tienen las características de una “entrevista no estructurada”, en la cual existe un margen de libertad para formular las preguntas y las respuestas.

La entrevista estaba constituida por ocho (8) preguntas y las cuales pueden clasificarse como abiertas y de opinión.

La primera pregunta consistió en indagar acerca de cuales fueron las motivaciones en la elección de ésta carrera, siendo éstas las respuestas:


“Yo sentía interés por (…) las problemáticas que tienen que ver con la pobreza, con la marginación”

“Yo tenía la idea de que quería ayudar a la gente de alguna manera”

“Yo estaba como voluntario en un grupo que trabajaba con chicos de la calle y eso me hizo meter un poco en esto y bueno, después cuando descubrí ésta carrera en la facultad me pareció interesante”

“Yo estábamos viviendo todas las consecuencias de las privatizaciones en ese momento, y (…) muchas injusticias que se empezaron a ver en el país, entonces ese fue como el puntapié inicial para que yo empiece a interrogarme sobre esos aspectos de lo que nosotros llamamos la “cuestión social”

“Me llamaba mucho la atención todo lo que tenía que ver con lo social y con las problemáticas sociales”


El 40% de los encuestados plantean que tomaron la decisión de estudiar la carrera debido a su gran interés acerca de las problemáticas sociales; por otro lado, el 40% de ellos manifiestan que querían ayudar a la gente aunque solo uno de ellos había realizado trabajos comunitarios anteriormente; y finalmente el 20% expresa que tomó la decisión de estudiar la carrera de Trabajo Social por haber sentido en carne propia las consecuencias de la crisis del año 1999.

Se puede observar en las entrevista que del total de los entrevistados sólo el 40% había comenzado a realizar estudios universitarios en otras áreas temáticas como ser Ingeniería en Sistemas y Contador Público.

Otra de las preguntas refería a la existencia o no de prejuicios por parte de sus allegados o de la sociedad por su elección profesional, las respuestas fueron las siguientes:


“Si, si, cuando yo decía que era estudiante de Trabajo Social, va Asistente Social, me decían, pero eso es cosa de mujeres, como vas a hacer una carrera que es para mujeres, porque no estudias otra cosa. Esto es por la discriminación de género, porque ésta es una carrera que está caracterizada como para mujeres fundamentalmente”

“No, no, la verdad que no, ni con los allegados ni en el transcurso de la carrera”

“He, no, no demasiado, pero había gente que te preguntaba si realmente un varón podía realizar esa carrera. Internamente algunas de esas opiniones me generaron alguna cierta duda o angustia pero yo estaba muy convencido”

“He si, primero, cuando yo les digo a mis viejos que iba a estudiar Trabajo Social me habían dicho, bueno, he, Trabajo Social, ¿Qué es eso?, y lo llaman también Asistente Social. Ha pero escúchame, estás seguro que vas a ganar bien porque me parece que no se gana bien. Lo que me llamó la atención es que no me dijeron que es una profesión de mujeres”

“Y a mis viejos mucho no les gusto la idea principalmente porque, he, se sabía que no era muy redituable, que no te daba muchos beneficios económicos además me planteaban que era una carrera de mujeres que como iba a estudiar eso pero bueno”


Lo que se puede observar en relación a ésta pregunta es que del total de los entrevistados solo el 20% contestó que no sintió prejuicios por parte de la sociedad ni de sus allegados; el 80% restantes manifiestan que si han sentido prejuicios, de los cuales el 40% plantearon que estos prejuicios referían a que era una profesión de mujeres; el 20% sostuvo que solo las criticas se referían a lo remunerativo y finalmente el 20% afirma que los prejuicios hacían referencia no solo a lo remunerativo sino además a que era una profesión de mujeres.

Ante la pregunta acerca de la influencia de la existencia mayoritaria de mujeres en éste área, las respuestas obtenidas fueron:

“No, no, yo sabía, era consciente de que la mayoría de los profesionales son mujeres”

“No, y creo que ni yo ni a los pocos que éramos. Nosotros cuando empezamos también eran comisiones de ciento veinte alumnos y de máximo éramos seis varones. Pero no, ni los chicos ni yo sentimos que eso nos marcó”

“No, no, la verdad que no, por lo menos no como para decir que no lo voy a hacer. Yo en ese momento también cursaba una carrera que era Recibidor de Granos y éramos todos varones y había dos o tres chicas así que lo pensaba así, como que bueno, se suele dar, no era un impedimento para dejar de estudiar”

“Yo creo que si, al primer momento si, ver a tantas mujeres me impacto muchísimo”

“No, creo que no influyó, para nada. Uno ya sabía o por lo menos teníamos el rumor de que eran en su mayoría mujeres así que uno sabía más o menos como era. También se sabía que de ciento y algo alumnos dos o tres eran varones”


Con respecto a ésta pregunta se puede advertir que el 80% de los entrevistados manifestaron que no tuvieron ningún inconveniente ante la gran presencia de mujeres estudiando la carrera; solo el 20% de ellos manifiesta su gran impacto.

Ante la pregunta acerca de si el Trabajo Social es una profesión redituable las respuestas fueron las siguientes:


“Lo que pasa es que cuando vos trabajas ya siendo profesional, los espacios laborales, generalmente son públicos, y hoy por hoy lo público no está muy bien remunerado, los sueldos de los empleados públicos no son como en otra época donde realmente el poder adquisitivo era importante” (…) También, bueno, hay gente que se está dedicando a trabajar en el sector privado, y como en el sector privado siempre los sueldos son mejores, ya sea en temas como recursos humanos o trabajar en hospitales privados, sanatorios, para así tener un sueldo mejor, pero no siempre es así, por que a veces las formas de contratación son distintas, uno tiene que facturar y a veces no pagan muy bien, por eso es relativo”

“En realidad me parece que está sujeto al lugar donde trabajes. Hay lugares donde no es redituable, igual son lugares muy precarizados y disponen de mucho tiempo como para poder mantenerte. Sino hay que hacer como muchos colegas, muchos trabajos, pocas horas cada uno y sumar, y que el presupuesto cierre a fin de mes. Pero hay lugares donde ganan más o menos bien, no se si para mantenerte en tu vida, pero si se podría decir que es digno. Hay lugares que depende de la categoría, estamos hablado de becarios, de contratados y ahí ya es diferente”

“Yo creo que hemos ido avanzando comparándonos con otras profesiones; ¡no estamos tan mal! Hay mucho por hacer y por ganas pero depende más que nada de la fuerza que vos tengas con la profesión y de la fuerza de los trabajadores del Estado, donde fundamentalmente trabajamos para mejorar muestras condiciones laborales; por eso hay cosas que depende de la profesión y otra que depende del contexto. Si el Estado se fortalece y los trabajadores van ganando terreno en sus reivindicaciones, la profesión va a llegar a estar más legitimada y más remunerada. Yo soy bastante optimista, uno poder haber estudiando y trabajar y más o menos vivir dignamente de esto, es positivo”

“No es una de las profesiones mas remuneradas pero (…) yo creo que estamos casi todos nivelados, es cierto que hay profesiones que tienen mejor inserción en la institución a nivel laboral y a nivel salarial porque son como profesiones imprescindibles, (…) pero, creo que en el país el tema salarial está llegando a todos los sectores profesionales. Pero creo que no estamos tan mal, si nos comparamos con los demás, por eso, es importante que cuando un grupo plantea una lucha para aumento salarial estemos todos ahí, porque eso es algo que yo no veo”
“Para mi depende de donde te insertes a trabajar, (…) estamos en situaciones bastante similares. También uno sabe que desde el ámbito público los sueldos no son muy buenos pero ahora me parece que es distinto, yo creo que estamos mucho mejor que antes, he, ahora hay mas trabajo, están apareciendo nuevas áreas en donde insertarse, nuevas instituciones. Además tenés el sector privado, ya sea sanatorios, geriátricos, etc.,”


En relación a ésta pregunta hay algo muy llamativo, de la totalidad de los entrevistados, el 60% pronunció la frase “no estamos tan mal”, esto es muy interesante debido a que en las entrevistas estas personas han planteado la participación de los profesionales en las reivindicaciones por mejoras salariales, o manifiestan que se debe que afianzar el compromiso profesional o afirman “hay mucho por hacer y por ganar”. Y el 40% de los entrevistados plantean que depende de la institución en donde uno se inserta.

Ante la pregunta acerca de si existe privilegio del sexo masculino al momento de la oferta de trabajo, los entrevistados contestaron lo siguiente:


Si, seguro que hay diferencia en el hecho de ser hombre, somos pocos y cuando hay un llamado para concurso o hay que anotarse en un trabajo, el hecho de ser varón puede darte alguna ventaja, sobre todo porque en nuestro trabajo las mayorías de las veces, se está trabajando en cuestiones de riesgo y el hecho de ser un hombre puede ser alguna ventaja (…) No porque marque una diferencia entre la intervención de una colega que es mujer, sino porque si a la hora de tomar personal si hay veinte profesionales y de esos veinte hay uno que es varón, va a tener más probabilidades de entrar que esas diecinueve mujeres. Y al ser poco se privilegia”

“No, no, yo no creo que eso pese. De hecho hay lugares que se suponen que son más complicados y debería ser más para hombre y eso no implica que entren mujeres. Hay lugares donde la situación es más compleja por la situación de precariedad y hay situaciones de violencia y se supone que sería preferible que hubiera un varón para sobrellevar ciertas situaciones o ciertas circunstancias y trabajan mujeres y no creo que antes una u otro se privilegie”

“No se si se privilegia, pero también, hay un prejuicio inverso, por ejemplo, yo trabajé una vez en un programa de vivienda y después de que me habían elegido, me dijeron que en realidad estaban buscando varones, porque había que hacerlo en un barrio que era muy picante que ya habían tenido problemas en otras oportunidades. Y después en otro lugar donde trabajé también, después me dijeron que me habían llamado más que nada por ser varón. Es un prejuicio también, porque desde la otra parte, en la otra práctica no tenía nada que ver con el asunto de la percepción, así que, así como existe el prejuicio de que un varón no puede ejercer por ser varón, también en algunos ámbitos existe el prejuicio de que el varón es mejor sobre todo por cuestiones de seguridad”

“Yo creo que no es así, porque yo he ido a algunas entrevistas de trabajo y creo que fui con ese prejuicio, y sin embargo las que quedaron seleccionadas eran mujeres, muchas de ellas fueron compañeras mías, y me parece bien. Yo creo que no tiene nada que ver”

“Yo creo que si, si por que hay muy pocos trabajadores sociales hombres, nada mas que por eso. No porque hagan mejor el trabajo sino que, lo que puede pasar, para mi, es porque sean lugares complicados en donde el peligro sea mucho, fuerte, no se esas son suposiciones mías viste. Pero si yo creo que hay alguna diferencia”


En relación a ésta pregunta lo que se puede resumir es que el 40% de los entrevistados consideran que si hay diferencia; el 40% expresa que no hay diferencia y el 20% dice que hay un prejuicio inverso porque existen trabajos peligrosos que son adjudicados a hombres y por otro lado aparecen trabajos que no están relacionados con los hombres y que son adjudicados a las mujeres.

Ante la pregunta por que se matriculan históricamente más mujeres, las respuestas fueron las siguientes:


“Y por una cuestión histórica, uno no puede dejar de tener en cuenta un análisis de género, por la división del trabajo y hay también una división sexual del trabajo, y hay profesiones que históricamente son consideradas como que las tienen que realizar los hombres y hay profesiones que históricamente las tienen que realizar las mujeres. Bueno, ahora eso se está cambiando, se esta revirtiendo, pero más allá de que esto sigue todavía habiendo una connotación de género. Hay profesiones que exclusivamente son para hombres sobre todo la ingeniería, porque es una ciencia dura, que lleva un conocimiento más racional, más fría y esas son características que se le atribuyen históricamente al hombre y hay otras que son exclusivamente para las mujeres que están más relacionadas con lo social. Ni hablar en profesiones como el Trabajo Social, igual que la docencia o la enfermería que son carreras que se relacionan más con lo femenino donde son características de la mujer”

“Y yo, lo que creo, es que está relacionado con el tema de género. El tema de género determina eso; (…) que ésta profesión este más relacionada con la mujer es por su historia, y porque tiene que ver con el acceso a la vida cotidiana de la familia, porque está relacionado el ámbito de lo cotidiano y de la integridad en el género. Está relacionado a la mujer, pienso yo que viene por ahí”

“Porque teóricamente la profesión se ató a la beneficencia y a la caridad que tradicionalmente fue llevada a cabo por las mujeres. Y los varones tenían que hacer algo entonces las mujeres se dedicaban a hacer las tareas de beneficencia, entonces el esposo se dedicaba a hacer tareas que generaban dinero. Entonces ellas ayudaban con un poquito de dinero a los demás.

“Y porque históricamente fue un área para la mujer. Es como un mandato que se le dio a la mujer en un momento histórico y que hoy por hoy es muy difícil de sacar de los imaginarios sociales. Antes la mujer era la encargada de la beneficencia y el hombre debía cumplir con las obligaciones del trabajo y de llevar dinero y alimentos a la casa, yo creo que es por eso. Además porque esta también la idea de que hay determinadas profesiones para hombres y determinadas profesiones para mujeres, como ser el caso de la docencia, la enfermería, y el Trabajo Social, y en el caso de los hombres las ingeniería, las matemáticas, y las ciencias duras en general”


De éstas respuestas podemos dar cuenta que el 80% de los entrevistados manifiestan que el que se matriculen mas mujeres que hombres en la profesión de Trabajo Social tiene que ver con una cuestión histórica, relacionada con sus inicios de caridad y filantropía y solo el 20% considera que tiene que ver con una cuestión de género referido al acceso a la vida cotidiana de la familia, relacionado el ámbito de lo cotidiano y de la integridad.

En cuánto a la pregunta referida a si habría alguna alternativa posible para cambiar la imagen femenina de la profesión, los entrevistados respondieron lo que se expresa a continuación:


“Y eso se va a ir cambiando con el tiempo, tiene que ver con cuestiones de que cambien las formas de pensar de ésta división sexual del trabajo. Si bien hay mujeres que se animan a hacer trabajos, van logrando esas conquistas, y estudiar profesiones que son características de los hombres, también los hombres nos tenemos que animar a vencer esos prejuicios de género y debemos hacer profesiones y hacer actividades que las hacen las mujeres, porque esas son divisiones culturales, no son divisiones ideológicas, depende también de un cambio cultural que se va dando con el tiempo, pero no son de un día para el otro, llevan tiempo, no se, eso depende de vencer prejuicios de género”

“Sinceramente no lo se, porque yo no creo que haya varones que no estudien ésta carrera porque tiene una imagen femenina. Lo mismo con los compañeros que estudiaron conmigo, nunca nos sentimos más femeninos porque estudiamos esta carrera. Creo e insisto con la idea de promoción y difusión de la carrera”

“Y no, para mí, nosotros, yo te digo en el seminario de género, nosotros habíamos hecho un trabajo sobre el tema del varón y la carrera y habíamos llegado a la conclusión de que ayudaría más la difusión, es decir, que se conozca que hay varones que ejercen la profesión, que es indistinto eso, del sexo, por eso yo creo que la difusión, el conocer, pasa mucho, tiene mucho que ver, hace que otros puedan identificarse y sacar ese prejuicio”

“hay que instalarlo en los medios de comunicación me parece que esa es la alternativa

“Yo creo que eso va a ir cambiando con el tiempo, porque eso ya está dentro del imaginario social de la gente. Pero me parece que principalmente la difusión, es la manera mas apropiada para dar a conocer la carrera, mostrar que hay hombres estudiando Trabajo Social, mostrar que no hay restricciones de sexo, esa creo que es una alternativa posible.


En cuanto a esta pregunta se pueden observar que el 40% de los entrevistados plantearon la cuestión del tiempo debido a que ya esta instalado en el imaginario social, y dentro de éste el 20% de los cuales también plantea, al igual que otros 80% restantes, el tema de la difusión de la profesión.

Se cree pertinente resaltar un párrafo obtenido en una de las entrevistas realizada a uno de los entrevistados quién planteó:


“A veces hay cuestiones de género que hay que considerar en el trabajo, no quiere decir que porque uno es hombre no puede hacer ciertas cosas, pero, que si uno las tiene que tener en cuenta porque a veces están influyendo en el trabajo. Por ejemplo a mi me ha pasado en las entrevistas como ciertas cuestiones que las colegas mujeres pueden acceder a mayor profundidad en algunas a cosas, sobre todo lo que es con el trabajo con mujeres y esas son cuestiones de género que hay que respetar. Hay cosas que hay que trabajar en equipo, algunas cuestiones que hacen a la profesión a veces es más adecuada que las lleve a cabo una mujer y no un hombre. Yo antes decía que no, porque a las cuestiones de género no hay que considerarlas, pero si uno tiene en cuenta la idiosincrasia de la gente con la cual trabajamos tiene que respetar que a veces, nosotros como varones, tengamos ciertos territorios a los cuales no accedemos, y que es más adecuado que acceda la mujer, aunque sea una cuestión de género va a ir cambiando, pero es importante también tenerlo en cuenta”


Esto que plantea el entrevistado es importante tener en cuenta, ya que si bien se vienen produciendo cambios en las últimas décadas, todavía sigue estando presente en el imaginario social que las actividades relacionadas con el mundo privado son esencialmente para mujeres.

“Tampoco se ha cambiado totalmente la percepción que la mayoría de las mujeres tienen de si mismas. Aún son las encargadas del trabajo de “amar” y de cuidar los vínculos afectivos, disposición que facilita que en el plano laboral-profesional ellas se relacionen con prácticas en las que ésta prescripción siga imperando”[1].









[1] GENOLET, Alicia y otros; “La profesión de Trabajo Social ¿Cosa de mujeres?”; Editorial Espacio; 2005; p.p. 46

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